
LA PROFANACION DEL "ESTADO" MASONICO.
EL MENSAJE PASCUAL
Muchos confundirán en una primera y simple lectura, el título de la presente con el de la erección política de un estado (en el sentido liberal burgués) que tenga o se funde en la masonería.
Esto no es de extrañar, porque es un signo ineluctable de los tiempos, la profanación del quehacer de la masonería, confundiéndose las mas de las veces, el accionar de los masones individualmente o en grupo, con el establecimiento de políticas económicas, sociales o de otro tipo en el ejido de la vida cotidiana de los pueblos.
Pero lo que aquí es voluntad del suscrito referirse, es al estado de conciencia que brinda la iniciación masónica, que no hemos visto desarrollarse como concepto epistemológico en los diversos comentaristas de la masonería.
Entiendo en tal sentido que existe a partir de la iniiciación y de la prosecución de la chispa que ella contiene, un desarrollo de la percepción de la realidad interna y externa de los iniciados, de modo tal que este nuevo estado del espíritu y de la conciencia, bien puede ser referido como estado masónico.
Veamos un poco mas de cerca el fenómeno.
Es concomitante al desarrollo de la iniciación por parte parte del neófito, la captación de un nuevo estado supra normal de la realidad a la que antes pertenecía.
De este modo, en virtud de la iniciación "ex opere operario" se produce una transmutación de la ontología, del PROPIO ser, que lo coloca en el principio de un camino, en el que si persevera con el conocimiento, la virtud, y el amor a la tarea encomendada, producirá paulatinamente el estado de conciencia de sí y de su realidad espiritual, de tal modo que ampliando sus propios horizontes de percepción y actuación en la realidad, nos permitirá considerarle no sólo un hermano, sino además un iniciado.
Este estado es un estado masónico, es un nuevo estadío en el crecimiento espiritual en donde superada la férrea tradición de la fe, puede a traves de su propio conocimiento y de la herramienta coligada al mismo, LA PRACTIVA INVETERADA DE LA VIRTUD, ampliar el espectro de su propia existencialidad.
La masonería entonces deviene un aljibe de agua lustral, que funda nuevos vínculos sacramentales entre sus miembros -no al estilo eclesiástico pero sí en virtud de los ritos, liturgias, conductas y éticas que instruye- que necesita inexorablemente el vaciamiento del corazón del néofito.
En efecto, solo la "kénosis", solo el vaciamiento de todos los sentimientos y prejuicios, nos permitirá llenarnos de un nuevo espíritu, de un corazón masónico fundado en la virtud (cuya etimología se remonta al sustantivo romano vir, viris: hombre) y a la fraternidad que permite la re - fundación de la sociedad fraterna, la PHILADELPHIA terrena preludio de la Jerusalem Celestial.
En estos días de Pascuas, y próximas las Pascuas Judías celebremos en nuestro corazón este mensaje esperanzador de resurección y de libertad.
Olivos, 2o de marzo de 2007
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