
"Pensamiento Sistémico y Organización grupal en la masonería"
«Por un clavo se perdió la herradura; por una herradura se perdió el caballo;
por un caballo se perdió el jinete; por un jinete se perdió la batalla;
por una batalla se perdió el reino»
Gleick.
Y como por el clavo se perdió un reino, me pregunto como comprender esta cadena de sucesos donde un leve cambio en las condiciones iniciales (el clavo podría no haberse perdido) implica acontecimientos dramáticos dentro del complejo sistema de estos “reinos belicosos en disputa”. La misma ciencia que comprende y explica desde lo infinitamente pequeño a lo infinitamente grande, luce menos capaz para penetrar los fenómenos de la vida, la conciencia de la mente y la dinámica de la sociedad humana. Ni siquiera existe una nomenclatura que permita formalizaciones de la evolución de los sistemas sociales y su teleología -los propósitos- parece haber sido abandonada a la explicación religiosa o a la superstición.
Quisiera plantear que:
La complejidad de los sistemas socio-culturales es un problema de percepción.
El enfoque analítico es inadecuado para comprender el mundo de lo caótico y lo complejo. El juego de postulados y premisas no podrá describir los fenómenos socio-culturales, que siempre aparecerán como oscuros, complejos e inescrutables.
El pensamiento sistémico es adecuado para enfrentar lo complejo y caótico.
El pensamiento sistémico considera a la sociedad (sistema socio-cultural) conformada por un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados. No es posible reducir este sistema a sus componentes, ya que éstos pierden sentido separados del todo. Esto implica desechar la modelización que fragmenta y simplifica a un sistema mayor en subsistemas pretendiendo que al comprender las partes se comprende el todo, pero estas partes pueden no tener sentido separadas. Si dividimos los frenos de un auto en sus componentes ¿tienen el conjunto hidráulico, las pinzas o los discos algún sentido funcional? ¿Podríamos inferir sin contexto cultural que estos elementos frenan un auto y no cualquier otra máquina entre cuyas funciones no está la de transportarnos?
El pensamiento sistémico considera a la sociedad (sistema socio-cultural) conformada por un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados. No es posible reducir este sistema a sus componentes, ya que éstos pierden sentido separados del todo. Esto implica desechar la modelización que fragmenta y simplifica a un sistema mayor en subsistemas pretendiendo que al comprender las partes se comprende el todo, pero estas partes pueden no tener sentido separadas. Si dividimos los frenos de un auto en sus componentes ¿tienen el conjunto hidráulico, las pinzas o los discos algún sentido funcional? ¿Podríamos inferir sin contexto cultural que estos elementos frenan un auto y no cualquier otra máquina entre cuyas funciones no está la de transportarnos?
Estamos frente a un cambio de paradigmas.
El universo geocéntrico de Ptolomeo fue útil durante catorce siglos. El modelo de Copérnico, que representó un cambio de paradigma ya aparecía evidentemente superador tan temprano como un siglo antes de ser convalidado por la teoría de la Gravitación Universal de Newton. Durante el juicio a Galileo, su amigo San Belarmino le propuso zanjar la disputa aceptando tanto a la hipótesis heliocéntrica como a la geocéntrica equivalente. Más tarde o más temprano el enfoque sistémico será incorporado al plexo de lo aceptado y convencional.
El universo geocéntrico de Ptolomeo fue útil durante catorce siglos. El modelo de Copérnico, que representó un cambio de paradigma ya aparecía evidentemente superador tan temprano como un siglo antes de ser convalidado por la teoría de la Gravitación Universal de Newton. Durante el juicio a Galileo, su amigo San Belarmino le propuso zanjar la disputa aceptando tanto a la hipótesis heliocéntrica como a la geocéntrica equivalente. Más tarde o más temprano el enfoque sistémico será incorporado al plexo de lo aceptado y convencional.
El pensamiento masónico no es analítico.
El lenguaje simbólico es opuesto al lenguaje analítico. No explica, es subjetivo, no se formula a través de premisas y no es independiente del contexto, ya que la simbología no puede ser formulada de manera determinista ni mecánica ni el símbolo admite reducción ni disyunción.
¿Consideraríamos como modelo simplificado y aceptable de pavimento a aquél formado por solo un mosaico? ¿Atribuimos mayor verdad a alguna de las explicaciones particulares sobre el significado del pavimento del Templo Masónico? ¿Creemos que en condiciones iniciales propicias pueden generarse dos logias iguales?
La MASONERÍA puede asimilarse a una organización sistémica.
La Masonería puede verse como un sistema socio-cultural sistémico ya que es intencional, tiene una metodología operacional “iterativa”, con miembros educados en un conjunto de premisas de las que emerge un deseo de comprensión del todo y una imagen compartida del futuro: el progreso.
Pensamiento Analítico y Método Científico
Curiosamente, el pensamiento analítico se ha mostrado capaz de producir ciencia durante los últimos cuatrocientos años, aún cuando el método inductivo-deductivo con el cual convertimos a los filósofos naturales del siglo XVI en científicos fue rebatido en 1748 por David Hume, quien demostró que la creencia de que con base en experiencias previas es posible servirse del presente para predecir el futuro no se sostiene lógicamente. Tanto la causalidad como la inducción son operaciones sin fundamento lógico, aunque ambas son básicas para la ciencia. El propio Hume advirtió que sus ideas iban en contra del sentido común y de creencias intuitivas universales, determinantes de la mayor parte de los actos y pensamientos cotidianos; aunque sus intentos de encontrar argumentos en contra de su propia lógica fracasaron.
El triunfo conceptual del pensamiento analítico fue considerar que nada ocurre sin una causa -relación de causa y efecto- y siguiendo la línea del tiempo hacia atrás, simplificando y dividiendo el problema –reducción y disyunción- es posible encontrar explicaciones en acuerdo al plexo del conocimiento establecido de una época. Aunque este método fracasa graciosamente cuando pretende explicarnos si el huevo precedió a la gallina o viceversa.
Sin claro sustento lógico pero con enorme éxito experimental el pensamiento analítico fue infiltrando nuestro lenguaje, sistemas de producción y organización.
En este punto estoy debiendo alguna definición de paradigma que resulte funcional para entender cuales tenemos, antes de plantear cuales deberíamos tener. Un paradigma está constituido por un cierto tipo de relación lógica extremadamente fuerte entre nociones y principios claves. Esa relación y esos principios van a gobernar a todos los discursos sociales que le obedecen en forma inconsciente. Bajo el método analítico subyace el paradigma de simplicidad que opera o bien separando lo que está ligado (disyunción) o bien unificando lo diverso (reducción). Este principio es un paradigma, que operando a nivel inconsciente, nos hace parecer bella la idea de que lo complejo esconde a lo simple y la propagamos como discurso porque lo bello nos parece verdadero. El pensamiento analítico ha sido unos de estos discursos gobernados por este paradigma central.
Definiendo el pensamiento sistémico
Quisiera empezar por definir lo que el pensamiento sistémico no es y no debería ser.
1º) No es un reemplazo a la ciencia ni crea una nueva ciencia “no tradicional o alternativa”, sino que intenta superar las contradicciones metodológicas de la filosofía de la ciencia. Mientras se consideró a la física y a la astronomía de los siglos XVII a XIX como los paradigmas de la ciencia, la discusión giró alrededor del papel de los conceptos “a priori” que debían ser escritos matemáticamente para permitir la elección entre diversas hipótesis y teorías. Una reconsideración de la filosofía de la ciencia es necesaria, a menos que definamos a la ciencia de manera tal de excluir a la biología y a las jóvenes ciencias sociales desechando cien años de avance.
2º) El pensamiento sistémico no debería ser un refugio para el irracionalismo. No encuentro en él ningún postulado que pueda llevarnos a teorías irracionales. Pero muchos conceptos que nos acercan al pensamiento sistémico también pueden acercarnos a cierto relativismo cultural y cognitivo. No debería tentarnos la analogía de clasificar entre los cuadrúpedos a los perros, las mesas, las sillas y las ecuaciones de 4º grado.
Cuando se insiste en utilizar los últimos conceptos del saber científico citando la teoría del caos, la mecánica de los fluidos, la topología, la mecánica cuántica, la complejidad y la no linealidad, etc. para remarcar las contradicciones de la ciencia tradicional, pasamos por alto que estas teorías requieren de una formidable formalización lógica, es decir que los aspectos que nos resultan intrigantes o contradictorios para considerar a la ciencia, y cito al postmoderno Feyerabend …”un cuento de hadas al que se le debería conceder la misma atención que a otras formas de conocimiento como la astrología, la acupuntura y la hechicería”… requieren de comprobaciones surgidas de la misma ciencia a la que se desprecia.
3º) El pensamiento sistémico no es un invento reciente, viene de una tradición teórica que arranca con la Investigación Operativa (donde se trata la interdependencia de los sistemas dinámicos), continúa en la cibernética y hoy se ocupa de la interdependencia y auto-organización en los sistemas socio-culturales.
No quiero terminar el párrafo sin resolver la paradoja del huevo y la gallina. La resolución sistémica luciría así: gallina-huevo es un sistema enantiopoiético (de enantio=recíproco y pioesis= generación) entonces gallina y huevo se generan recíprocamente y nunca tuvimos el problema analítico.
Definiendo al pensamiento sistémico por sus premisas
Nos referimos a sistemas abiertos.
Una logia lo es. Estos sistemas sólo pueden ser entendidos en relación con su contexto. Son generadores de orden a partir del caos y se auto-organizan, auto-regulan y auto-reproducen. Tenemos una Orden Masónica Universal que organiza a logias que a través de procesos de retroalimentación organizan instituciones como la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, pero a su vez ninguna de éstas existe fuera del contexto de la sociedad profana.
Que tiene propósitos.
Se formulan “porqués” sobre bases emocionales y racionales y se toman decisiones. La capacidad de las logias para operar responde a esta premisa, el mismo concepto de operatividad está ligado a propósitos explícitos o implícitos. El simbolismo de la construcción también refiere a propósitos claros como ser: orden y logro.
Que son multidimensionales.
Son descritos por un conjunto de variables que no pueden ordenarse o subordinarse y permanecen en un mismo plano: Riqueza, Poder, Belleza, Conocimiento y Valores. Nótese que tres de estas variables describen las pequeñas luces del Templo Masónico donde la figura del oriente representa el poder y los asuntos de gobierno. También se tienen carta-patentes que permite operar a la logia regularmente, representando la legitimidad y elegimos nuestras autoridades, formulamos valores que institucionalizamos y proclamamos como los deseos de Libertad, igualdad y fraternidad etc.
Tienen propiedades emergentes
Son el resultado espontáneo de procesos evolutivos del sistema que deben ser reproducidos continuamente, pues si cesan los procesos, los fenómenos dejan de existir. En el caso de la masonería, la fraternidad es el emergente de la evolución de la logia y no podríamos pensar en la existencia de esta sin que el emergente se produzca constantemente. Asimismo, no consideramos al amor o a la felicidad sucesos, sino una producción continua que deseamos no se detenga en su generación.
Tienen carácter contra-intuitivo
Las acciones dentro del sistema no suelen responder a la dialéctica de causa y efecto. Una acción puede producir una reacción o no, esta reacción guardará proporción o no y la acción y reacción podrán estar en fase temporal pero podrán también no estarlo. Se atribuye al general chino SunTsu la frase “La mayor tormenta se produce por el aleteo de una mariposa” que describe fielmente la esencia del caos. A “priori” el resultado de intervenir en el sistema no puede ser inferido con suficiente precisión.
Concepto sistémico de desarrollo.
Pero quizá la más valiosa visión del enfoque sistémico resida en el concepto de desarrollo que es tan caro a los masones e involucra los conceptos subsidiarios de deseo, habilidad y aprendizaje. El deseo construido como representación creativa, deliberada, compartida, consciente y voluntaria del futuro. La habilidad como potencial para influir en los parámetros que afectan la existencia de un sistema. Esta habilidad es sostenida por un continuo proceso de aprendizaje iterando con el objeto de aumentar la capacidad del sistema para influir en su evolución.
Deseo y habilidad están en la base del concepto de desarrollo sistémico y pueden operar a nivel inconsciente, conformando una imagen o modelo mental compartido como principal vínculo entre miembros de la comunidad humana y condición para cualquier comunicación significativa.
Conclusión
A simple vista podrá parecer que cualquier sistema socio-cultural responde al paradigma sistémico, entonces fundamentar que la Masonería (un sistema socio-cultural al fin) es una organización que responde a este paradigma puede parecer obvio, pero no lo es. El pensamiento sistémico no sólo describe la realidad de los sistemas socio-culturales, sino también pautas de organización y funcionamiento para su progreso. Recordemos que por cada especie que sobrevivió sobre la tierra hubo un número casi infinito de especies desaparecidas y esto considerando el contexto de un mundo donde la vida parece fluir constantemente. El desarrollo de sociedades o grupos con deseos de transformarse intencionalmente hacia niveles superiores de integración y diferenciación al mismo tiempo, han tenido y tienen aún menos probabilidad dentro de una especie humana que se disgrega y se masifica, sin voluntad ni propósito. El ideal masónico representa una oportunidad de cambiar esta historia.
Dejo intencionalmente abierta la definición del nuevo paradigma sistémico. Quizá se sustente (como vimos más arriba) en algún sutil cambio de nuestro inconsciente que se manifieste en el sentimiento de que es bello lo dual, que nos parece natural lo cíclico o que preferimos lo complejo a lo simple.
Lic. Jorge R. GINI
Lic. Jorge R. GINI

Con esta tesina, declaramos abierto el blog a todos los HH .·.
En el presente caso, lo publicado tiene la belleza y concisión mozarteana.
Agradezco a su autor, la publicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario