Masonería argentina e internacional. Estudios y propuestas masónicas.

miércoles, 9 de abril de 2008

AL ISLAM (I)


LA ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO

Finalizó el siglo XX y comenzó el siglo XXI marcados con el signo de la intolerancia política, expresada en las guerras contra el denominado "terrorismo islámico".

Día a día, se suceden muertes por causa del verdadero terrorismo, el religioso, producto del dogmatismo y de la ausencia de los valores humanitarios que anidan en cada una de las religiones.

Es de mi mayor interés y voluntad la comprensión del lector que un Estado Laico, deviene necesario para permitir la convivencia de sus habitantes. Ese Estado Laico, no implica ausencia de la comprensión de las religiones monoteístas por parte de su dirigencia.

Por el contrario, en esta entrega y en la siguiente, insisto en mostrar el islamismo como un conjunto de virtudes humanísticas que les son negadas o escamoteadas en el Occidente "cristiano".

Comprender es el paso necesario que debemos dar como masones, para aceptar la diversidad. Por eso, hoy dedico algunas reflexiones a la Escuela de traductores de Toledo, y muy especialmente al espíritu que la animó, esto es el del conocimiento y búsqueda de la verdad, a través de diferentes prismas. La ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO se erige así como faro y ejemplo posible y alternativo para la convivencia humana.

Esta Escuela fue el resultado de un grupo de estudiosos cristianos, judíos y musulmanes que desarrolló una importantísima labor científica y cultural en Toledo, especialmente durante el reinado de Alfonso X el Sabio (1252-1284).

Realizaron trabajos de investigación y traducción que permitieron que obras fundamentales de la antigua cultura griega fueran rescatadas del olvido y transmitidas a la Europa medieval a través de España; ésta a su vez, las transmitió a Europa especialmente en aquellos saberes que cubrían campos como la geografía, la astronomía, la cartografía, la filosofía, la teología, la medicina, la aritmética, la astrología o la botánica, entre otros.

Se transformó en el origen y la base del renacer científico y filosófico de las famosas escuelas de Chârtres y, más tarde, de la Sorbonne, beneficiando en modo directo a las grandes obras científicas y filosóficas griegas, conservadas y acrecentadas en Alejandría que fueron salvadas del olvido gracias a los científicos musulmanes, especialmente en Bagdad (Irak) a partir de la segunda mitad del siglo VIII.

Los eruditos y traductores árabes lograron aglutinar las antiguas culturas griega, persa e india con las de los nuevos pueblos incorporados al gran imperio árabe, de tal modo que ese patrimonio cultural se transmitió a la España musulmana y de allí a los reinos cristianos medievales.

En la Córdoba musulmana y durante los califatos de Abd al-Rahman III, de Al-Hakam II —con una biblioteca de 400.000 volúmenes— y de sus sucesores, el espíritu cultural de Oriente fue recreado, transformado, acrecentado y traducido en los círculos culturales integrados por musulmanes, judíos y cristianos. De este modo, Córdoba pasó a ser la heredera científica y cultural de Bagdad.

Fue en este ambiente cultural, que la ESCUELA DE TRADUCTORES DE TOLEDO se inició en la primera mitad del siglo XII gracias al impulso del arzobispo don Raimundo. Este desarrolló su labor en Toledo entre 1130 y 1150 y aglutinó la tradición que llevaba produciendo frutos muy valiosos desde tiempos anteriores con nombres como Pedro Alfonso (Mosé Sefardí), Abraham bar Hiyya o Abraham ibn Ezra, verdaderos iniciadores de la escuela.

Entre sus nombres más preclaros pueden citarse los de dos personas que hicieron florecer la filosofía neoplatónica: Dominico Gundisalvo (arcediano de Segovia) y Juan Hispalense (judío converso de Sevilla), quienes, en equipo, tradujeron importantes obras de Avicena, Algazel, Ibn Gabirol o Averroes.

Importantes personalidades de la cultura y la ciencia europeas viajaron a Toledo para trabajar allí e integrarse en el ambiente cultural que floreció en esos años: Gerardo de Cremona (que tradujo más de ochenta obras); Adelardo de Bath, traductor junto a Pedro Alfonso de las Tablas astronómicas de Al-Jwarìzmì; Roberto de Retines; Rodolfo de Brujas; Alfredo de Sareschel; Miguel Scoto o Hermann el Alemán.

Cerremos pues esta ventana abierta a la tolerancia y al entendimiento de los seres humanos a través del arte, la armonía, la cultura y el saber, con la siguiente declaración islámica de paz.

Declaración islámica de paz
Selecciones del Santo Qur’an


¡Oh humanidad! Ciertamente, les hemos creado varón y hembra, y les hemos hecho naciones y tribus, para que se reconozcan unos a otros. Realmente, el más noble de ustedes ante Dios es aquel que es más profundamente consciente de Él. 49: 13
Hemos asignado a cada comunidad formas de adoración distintas, que deberían observar. Así pues, no permitas que esos que siguen formas distintas a la tuya te arrastren a discutir sobre esta cuestión, sino llama a todos ellos a tu Sustentador: pues, ciertamente, tú estás en verdad en el camino recto. Y si intentan discutir contigo, di: "Dios sabe bien lo que hacen." 22: 67- 68
Ciertamente, los que creen, los que profesan el judaísmo, los cristianos y los sabeos –todos los que creen en Dios y en el Último Día y obran con rectitud—tendrán su recompensa junto a su Sustentador; y nada tienen que temer ni se lamentarán. 2: 62
En verdad, Nosotros hicimos descender la Torá, en la que había guía y luz. En base a ella los profetas, los seguidores del judaísmo han sido juzgados por los Profetas que se sometieron a la voluntad de Dios, así como por los rabinos y los doctores de la Ley, ya que parte de la escritura de Dios había sido confiada a su custodia; quienes no juzgan de acuerdo con lo que Dios ha hecho descender, (incluyendo la Torá) esos, precisamente, son los que niegan la verdad. 5:44
Por esta razón, decretamos para los hijos de Israel que quien matara a un ser humano—no siendo como castigo por asesinato o por sembrar la corrupción en la tierra—sería como si hubiera matado a toda la humanidad; y, quien salvara una vida, sería como si hubiera salvado las vidas de toda la humanidad. 5:32
Y les prescribimos en esa Torá: Vida por vida, ojo por ojo, nariz por nariz, oreja por oreja, diente por diente y una retribución similar por las heridas; pero quien por caridad renuncie a ello, le servirá como expiación de parte de sus ofensas pasadas. Y quienes no juzgan de acuerdo con lo que Dios ha revelado –¡esos, precisamente, son los malhechores! 5:45
E hicimos que Jesús, el hijo de María, siguiera los pasos de esos profetas anteriores en confirmación de la verdad de lo que le había precedido; y le dimos el Evangelio, en el que había guía y luz, como confirmación de la verdad de lo enviado antes que él, y como guía y amonestación para los conscientes de Dios. 5: 46 Y Nosotros dimos a Jesús, el hijo de María, todas las pruebas de la verdad y le fortalecimos con el Espíritu Santo. 2: 253
Oh ustedes que han llegado a creer, cuando salgan por la causa de Dios, usen su discernimiento y no digan a quien les ofrece el sa­ludo de paz: “Tú no eres creyente.” 4: 94 A cada uno de ustedes le hemos asignado una ley y un modo de vida distintos.
Y si Dios hubiera querido, cierta­mente, los habría hecho una sola comunidad: pero lo dispuso así para ponerlos a prueba en lo que les ha dado. ¡Compitan, pues, unos con otros en hacer buenas obras! Habrán de volver to­dos a Dios: y, entonces, Él les hará entender aquello sobre lo que discrepaban. 5: 48
Y no discutan con los seguidores de revelaciones anteriores sino de la forma más amable. 29: 46
Pero el bien y el mal no pueden equipararse, repele el mal con algo que sea mejor –¡y, he ahí, que aquel que te odiaba se convertirá en tu amigo!
Sin embargo, no es dado conseguir esto sino a los que acostumbran a ser pacientes en la adversidad: ¡no les es dado sino a los sumamente afortunados! Así pues, si una incitación del Maligno te lleva a la discordia, busca refugio en Dios: ¡ciertamente, sólo Él todo lo Oye, es Omnisciente. 41: 34- 36.
Pues, los siervos del Infinitamente Compasivo son aquellos que caminan por la tierra con humildad, y que cuando los ignorantes se dirigen a ellos, sólo responden con “¡Paz!” 25: 63
No cabe coerción en asuntos de fe. La Verdad se distingue claramente del error: por eso, quien rechaza a los poderes del mal y cree en Dios, ciertamente se ha aferrado al soporte más firme, al que nunca cede: pues Dios todo lo oye, es omnisciente. Dios es el Protector de los que tienen fe; les saca de las tinieblas a la luz. 2: 256- 257
Seleccionado y ordenado por Kabir Helminski, traducciones de Muhammad Asad, Yusuf Ali, y Kabir Helminski. Traducido al español por Patzia Gally.
http://www.sufismomexico.org/paginas/sufismo/decl_paz.html








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