Masonería argentina e internacional. Estudios y propuestas masónicas.

jueves, 20 de marzo de 2008

MASONERIA Y ESTADO


MASONERIA Y ESTADO

Quisiera tratar tres temas que considero importantes con relación a los vínculos entre Masonería y Estado Nacional:

a) La relación de los masones argentinos en la formulación y desarrollo del Estado Argentino.
b) La relación formal entre la Masonería como Asociación Civil (1) y el Estado Argentino. Aportes para la modificación o mantenimiento de dicha relación jurídica
c) Las dos relaciones precedentes en las actuales circunstancias políticas, económicas y sociales del país frente a los desafíos del “NOVO ORDO SECLORUM” del siglo XXI.

1.- La relación de los masones argentinos en la formulación y desarrollo del Estado Argentino.

Los masones nunca fuimos ajenos al país donde vivimos: lo liberamos, lo organizamos y lo desarrollamos en los siglos XVIII, XIX y XX.
La prueba mas inconstrastable y cruenta de esa realidad es la plétora de muertos ilustres que en nuestra historia nacional fueron conspicuos masones; esa lista innumerable y algunas veces anónima encuentra correlato en que aún hoy, ninguna logia cierra sus trabajos sin rendir homenaje a nuestra bandera patria, y nuestro primer brindis ritual es por la Patria.
Esta particular tradición se explica porqué nosotros como masones estamos convocados individualmente a la política, y por tanto al ejercicio de las virtudes ciudadanas, siendo la primera de ellas la reflexión sobre la Patria a partir de nuestro pensamiento y raciocinio masónico.
También marca que aún siguiendo las prohibiciones estatutarias como se verá seguidamente, también nuestros máximos organismos y la institución misma debe necesariamente producir modificaciones en la política argentina, a partir de señalar los ejes que permitan su re-organización, así como en su momento, se señalaron los ejes que permitieron la organización nacional y aún la libertad americana.
De tal modo, debemos reflexionar masonicamente sobre dos órdenes implicados: el Estado nacional y su porvenir como expresión de la comunidad en la que vivimos y nuestra cosmovisión (veltschaung) masónicas.
Una breve memoración de nuestra permanencia en la República nos muestra que la masonería argentina fue la expresión insurreccional y libertaria de sus miembros en los comienzos patrios (gesta de Mayo, liberación de América y establecimiento de un sistema republicano de gobierno), para luego ser la expresión organizativa también de sus miembros en la concreción de la Organización Nacional en 1852, fundándose un nuevo orden político, económico y jurídico al que todos los masones aportaron generosamente su ingenio y trabajo.
La fundación del estado republicano, inspirado en la propia historia y en el federalismo norteamericano y la revolución francesa, se quebró en 1930 con los vientos de guerra y nuevos órdenes políticos que soplaban en Europa y a los que nuestra Patria no pudo ser ajena al igual que la Orden masónica, que abrió sus puertas a los refugiados masónicos provenientes de Orientes extranjeros, provocándose una crisis que culminó con la instauración de dos Orientes diferenciados, posteriormente trabajosamente reunificados por nuestros HH
De este modo, a partir de 1930 podemos decir con POLIBIO: "Progressus et regressus in infinitum", esto es el eterno retorno, con movimientos de masas y liderazgos que han planteado aún en el presente, una perfecta concepción cíclica de la historia.
Es que en la Ley del Eterno Retorno nunca se vuelve a las mismas formas de gobierno que se dieron con anterioridad. Las nuevas formas de gobierno podrán ser análogas, parecidas, cercanas; pero cada vez con mayor degradación de la energía social e individual.
En suma, serán cada vez peores.
De tal modo, hasta estos últimos cincuenta años un brevísimo “racconto” permite observar que hemos sufrido las dictaduras del teniente general Juan Carlos Onganía y otros (l966 - l973), con un breve interregno democrático (l973 - l976).
Continuó nuevamente el ciclo con la dictadura militar (l973-l982), para posteriormente volver la restauración democrática dentro del hegemonismo neoliberal del Consenso de Washington (l983 - 2004).
De tal modo, en una aproximación primaria al ciclo histórico, podríamos afirmar que el Estado argentino -al igual que sus habitantes- ha seguido a su modo el ciclo de las estaciones y la regularidad, igualmente cíclica, de la naturaleza.Y si de la generación nace la corrupción y de ésta, a su vez, la generación y así indefinidamente, en un mundo sujeto por entero al eterno ciclo de la generación y la corrupción, tengamos presente que de este ciclo sólo escapa (en la filosofía platónica) el alma humana, ingenerada e incorruptible, pero ella también, por su parte, sujeta a otro ciclo, el de sus reencarnaciones "per aeternitatem". (6)
Esta perfectibilidad del alma puede ser la luz de esperanza que podamos alimentar con respecto a todos nosotros en esta verdadera espiral de lo peor que nos asuela.
Desde esta perspectiva política, mucho debemos a nuestros HH que han tratado de mantener y proteger a la Masonería Argentina de este circulo aúlico del desastre.
Porque mucho y bien se trabajó preservando y cohesionando las heridas y crisis provocadas por el choque de culturas organizativas y políticas que dividió oportunamente el Oriente Argentino. Pero tuvieron que pasar muchos años hasta que se restañaran trabajosamente las confrontaciones doctrinarias internas que originaron graves crisis en el seno mismo de la institución.
El conocimiento de dichas crisis no nos debe arredrar en esta hora; por el contrario, debe servirnos de acicate y ejemplo en la tarea que debemos encarar, y en la que inevitablemente nuestras propuestas –si son lo suficientemente racionales políticamente y se fundan en una nueva reorganización de la Nación- generarán la cuota necesaria de poder y participación de la Orden en el destino de la Patria.

2.-La relación formal entre el Estado argentino y la Masonería argentina

En términos estatutarios, ni la Gran Logia ni cualesquiera de los cuerpos de su obediencia, pueden actuar por sí en política(2).
Esta prohibición deberá ser entendida y armonizada con las complejidades propias de nuestra Orden, a fin de lograr una hermeneútica que contemple no sólo nuestra historia sino las necesidades propias y de nuestro país.
La Gran Logia de la Argentina de Libre y Aceptados Masones posee personería jurídica como “asociación civil”: así ha sido reconocida por el Estado argentino.
Esta personería –desde una inteligencia absolutamente legal- no difiere de aquella que posee cualquier club de fútbol, yachting o remo.
Por eso, desde un planteo legal y formal, la Masonería Argentina no mantiene relaciones de poder público o de derecho público con el Estado Argentino, como mantienen otras organizaciones (p.e. la Soberana Orden de Malta, la Iglesia Católica, el Vaticano, etc.)
El status jurídico actual tiene una sola desventaja: no permite que el Estado argentino colabore en la obra masónica como colabora p.e. en la obra de la Iglesia católica (3) u otras confesiones religiosas (con p.e. exenciones para los colegios privados de dicha confesión religiosa, aún mas con respecto a las casas de Altos Estudios, habiendo sido autorizadas a funcionar la Universidad Maimónides, o la Universidad Hebrea de Bar Ilan, la Universidad Austral, la del Salvador o la Pontificia Universidad Católica Argentina con el auxilio estatal. . También es de destacar que no se recibe el mismo tratamiento en materia de concesión de onda radial, como fuese oportunamente ofrecida al Ejercito de Salvación).
En las actuales circunstancias, es menester revisar con nuestros hermanos juristas, la conveniencia de mantener o nó la estructura jurídica adoptada.
En principio deberían contemplarse las siguientes necesidades:
a) Necesidad de un status jurídico que mas allá del actual, permita fungir como persona de derecho público internacional dentro de la órbita del Estado Argentino, a fin de concurrir como observadores a los foros internacionales, con el rango de embajadores “ad honorem”.
b) Firma de un tratado entre el Estado argentino y el Oriente de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, a fin de consagrar la inviolabilidad de su sede y de sus autoridades.
c) Redefinición de la personería jurídica en orden a su inclusión como mínimo en iguales condiciones que las personas de existencia pública (Academias, Consejos Consultivos, Comisiones, etc.).
d) Asesor “ad honorem” del Poder Ejecutivo Nacional en el ámbito de la justicia y la cultura, así como en el Consejo de la Magistratura en orden a la valoración moral y ética en la elección de los jueces nacionales y federales.
Sin embargo, debemos computar a favor del mantenimiento de la actual estructura jurídico legal, que la complejidad de órdenes legales e institucionales imbricados en el haz denominado Masonería Argentina (Constitución, Estatutos, Reglamentos Generales, Leyes, Decretos, etc., tanto de la Gran Logia, cuanto del Supremo Consejo Grado XXXIII, del Real Arco, y las Logias y Triángulos de la Obediencia) deben ser cuidadosamente preservados de la mirada de profanos como hasta el presente en función del secreto y discreción que animan sus actividades.
En efecto, la Masonería es un orden jurídico propio y de singularidad extrema debido a su condición de sociedad iniciática a la que se aditan su triple condición de institución filosófica, filantrópica y secular.
Sin embargo, exige el absoluto acatamiento por sus miembros (4) (5), a los principios reseñados, de modo tal que para la consecución de sus fines éstos últimos deban posponer el orden profano en miras al orden masónico, como consecuencia de su regularidad dentro de nuestra Orden.
Mas aún: la jerarquía interna de la Orden es el presupuesto necesario para el ejercicio de la fraternidad y de la tolerancia que sólo ella puede garantizar. Por eso, los juramentos que realizamos desde el mismo momento de nuestro paso de recipiendarios a aprendices masónicos, encuentran sustento en la convicción de su acatamiento por el juramentado de empeñar en ellos su HONOR. Y así seguirá su crecimiento personal en la Orden, empeñando en cada grado, en cada puesto, en cada lugar que sea convocado, su honor personal como masón.

3. Las dos relaciones precedentes en las actuales circunstancias políticas, económicas y sociales del país frente a los desafíos del “NOVO ORDO SECLORUM” del siglo XXI.

La pregunta mas importante que nos debemos formular es la siguiente:
¿Cómo nos insertamos como masones en la política argentina y en el Estado argentino en estos albores del siglo XXI?
En primer término, la Masonería argentina posee una historia, tradición organizativa del Estado a través de sus miembros, que debe ser ejemplarizadora en las actuales circunstancias: la sociedad reclama en forma primaria no sólo seguridad, sino la justicia que es inmanente al orden jurídico.
En segundo término, la sociedad argentina reclama contra la exclusión económica de más del 50% de sus habitantes en el proceso productivo.
En tercer término, la República Argentina reclama un ordenamiento político que permita la gobernabilidad democrática.
Estos tres reclamos urgentes pueden y deben ser contestados por los masones; el tema entonces es el “cómo” se instrumentan tales respuestas a los reclamos.
Es evidente en modo primario que pocas veces tantos han reclamado tan perentoriamente tanto a tan pocos; y en lo que respecta a la Masonería Argentina, el país nos encuentra en plena etapa de re – organización y potenciación de nuestra tarea, intentando la intelección de los nuevos reclamos del mundo y la respuesta a tales desafíos.
Muy sinteticamente (porque me producen escozor los perennes “diagnosticadores”) podríamos sintetizar diciendo que nos enfrentamos a:

1.- La crisis de nuestra región latinoamericana, donde la única herramienta esbozada como integrativa es el MERCOSUR, que está liderado por BRASIL y deja en cono de sombras a nuestro real beneficio en las actuales circunstancias económicas del mundo.
2.- Padecemos en forma conjunta con el resto del mundo, de los efectos y causas de la globalización e interdependencia entre las economías, hito en la evolución de la economía mundial que demuestra ser un hecho irreversible.
3.- Incongruencia entre la globalización y la prosperidad de un nuevo humanismo antropocéntrico, una nueva formulación de la ética que tenga raíces universales, y una brecha cada vez mas insondable en la educación. Así observamos que las finanzas no van de la mano con el humanismo, como así tampoco los intereses de las minorías con los países más poderosos
4.- La aparición de un relativismo moral basado en el abandono de las cualidades y virtudes del hombre, para poner el énfasis en un materialismo exacerbado, excluyente por parte de los detentadores del capital.
5.- Una notoria reducción de las alternativas de pensamiento diferente (pensamiento único) agravado por la aparición del fundamentalismo religioso terrorista, dando origen a una nueva forma de hegemonía militar – policial y económica liderada por EEUU y el G8 que califica a los países según su grado de sumisión al sistema mundial, de modo tal que el pensar diferente es prácticamente terrorismo.
6.- La existencia de un déficit inmenso en la ética formal por parte de las naciones y de sus gobernante, con violación flagrante de su soberanía, falseando sin pudor la realidad internacional (p.e. conflicto IRAK – USA) que esconde a consecución de guerras exclusivamente de contenido económico.
7.- Una teoría económica que supuso que el comercio internacional sin limitaciones permitiría a los países pobres acercarse a los países ricos, ha demostrado infaustamente su error: el abismo entre los países ricos y pobres del mundo parece ser irreversible, y a medida que la tecnología avanza, la brecha se ensancha cada vez más de modo tal que una veintena de naciones donde habitan sólo el 23% de la población mundial y acumula el 85% de los ingresos del mundo
8.- La privatización a ultranza de la tarea propia del Estado nacional, con la renuncia a su función tuitiva de los ciudadanos. Mas aún, es dable observar que nos enfrentamos a una pérdida muy sostenida del fundamento del Estado que consiste en velar por el interés general, regular en función de los más débiles, buscar la justicia en la distribución de los activos nacionales, proteger económicamente los intereses de su población, impulsar la humanización de las relaciones económicas y crear el marco apropiado para que se desarrollen las iniciativas productivas.
9.- La aparición de nuevos foros mundiales, de movimientos antiglobalización, demuestran el requirimiento mundial de generar valores morales que neutralicen el dogmatismo político económico del valor material y del beneficio, reafirmando la dignidad de las personas, como piedra angular del edificio social humano, para lograr una convivencia armónica entre los hombres y de las naciones entre sí.
¿Es posible responder a estos desafíos?
Creemos que sí, porque una respuesta negativa no sería posible para un masón.
Debemos trabajar en la elaboración de ética que garantice los derechos de las naciones más débiles en su relación global, impulsando los procesos integradores internos y externos. Pero antes de llegar a ese desideratum, debemos propender a la integración social interna, sin la cual no existe destino colectivo porque es imposible en una sociedad fragmentada cuyo único destino siempre será a la postre su auto destrucción como tal.
En efecto, la integración externa es consecuencia de la anterior porque solamente buscando la unidad y convergencia con otros países y regiones en un plano de búsqueda consensuada del interés común, se puede negociar mejor en un sistema mundial que - por sus características - nos es adverso; y es condición necesaria para frenar o revertir tendencias contrarias.
Debemos preservar y trabajar en la difusión de los valores que sustenta nuestra Institución, procurando impregnar de los mismos a la Sociedad para que actúen ayudando a las Instituciones y a las personas a crecer en su conocimiento y práctica de lo que es bueno y justo. Actuar desde todos los ámbitos sociales en que cada uno de nosotros tenga la posibilidad de impulsar los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Para ello, es menester una lucha frontal contra la corrupción política, por lo que menester fundar una LOGIA DE TRANSPARENCIA, cuyo objetivo sea no sólo clasificar y estudiar el nuevo flagelo de esta democracia, sino además trabajar de consuno con otros movimientos y grupos profanos en esa dirección, imbuyéndolos de nuestros ideales y de doctrina masónica, a fin de labrar una sociedad con valores e ideales distintos, desplegando nuestra vocación docente.
Debemos puntualizar efectivamente que la realidad latinoamericana es absolutamente asimétrica al día de la fecha con las sociedades civiles y democráticas del espacio común europeo, o norteamericano, donde los valores masónicos son moneda de uso corriente.
Es en tales latitudes donde los derechos humanos, el laicismo, la filantropía social y la beneficencia, hoy modulada como solidaridad, han sido asumidas con notoria eficacia desde aquellas administraciones que en las décadas pasadas incorporaron el Estado de Bienestar como eje de su acción social y receptada acatadamente por la ciudadanía.
Por otra parte, si convenimos que La Masonería es una sociedad de hombres libres conducida e inspirada por principios éticos, parece razonable entender la necesidad de vertebrar en esta un proyecto que inspirándose en la ética y en el pensamiento utópico actúe como motor de una metamorfosis material, moral y espiritual de la Humanidad y de nuestra país en particular. Para ello es menester que elaboremos sincronizadamente un proyecto donde la utopía, sea un regreso a la realidad histórica enriquecida con nuevos significados, esclareciendo con nuestro laicismo a las mentes, combatiendo la intolerancia y eliminando los prejuicios.
Este rol protagónico sigue siendo necesario en nuestra sociedad, desarmada de ciertos valores sustantivos y encandilada en las sensaciones más primarias y groseras, retrogradada a no cicatrizar las heridas del pasado y gozándose en las pústulas del genocidio. Para ello, es menester nuestra inclaudicable presencia en el Estado, especialmente en las áreas de Derechos Humanos y en las de Justicia y Seguridad a fin de brindar y hacer oír nuestro mensaje de paz, tolerancia y fraternidad.
Nada se conseguirá sin un esfuerzo yá conocido por nostros en materia educativa: una nueva LOGIA DOCENTE se impone con ribetes propios y adecuados a los valores que sustentamos a fin de evitar la humillación del analfabetismo funcional que padecemos, con jóvenes con vocabularios de 300 o menos de palabras.
Estos analfabetos, excluídos de todo proceso productivo intelectual no podrán enfrentar en estos albores del siglo XXI los cambios y mutaciones que afectan la política, la ciencia, la economía, la tecnología, las comunicaciones, la industria, la educación, etc.
Menos aún, podrán formar aunque sea minimamente parte de la superación del terror monopolar manifiestamente abusivo o de las configuraciones multipolares de evidente desigualdad . En efecto, las instituciones, empresas o colectivos religiosos que siempre parecieron consolidados, sufren el vértigo de la mutabilidad, el saber humano explora con fuerza por diversas ramas del conocimiento científico y tecnológico, en algunos casos con grave riesgo para afirmaciones y previsiones que parecieran inconmovibles.
Es por ello que también debemos actuar no sólo con nuestra voz de tolerancia en los FOROS ECUMENICOS, sino que además debemos enfrentar los desafíos de la bioética y los nuevos parámetros de sexualidad humana: es allí donde debemos hacer oír nuestra voz y nuestros criterios humanistas.
En este marco, una obligación indeclinable de la Masonería es sostener su posición de avanzada en los procesos evolutivos del hombre y en los de este en la sociedad. Mantenerse vinculada en su tarea de la búsqueda de la verdad y con el logro de la justicia que le son inmanentes.

4.- Perspectivas de Estado y Masonería de cara al siglo XXI. - COLOFON

Una amplia visión de los escenarios nacional y mundiales, y una gran audacia y tenacidad en nuestros propósitos, son las virtudes necesarias e indispensable en el proyecto que pilote el alumbramiento de la Masonería en el siglo XXI, como motor de progreso y perfeccionamiento humano. Y ello en modo alguno cuestiona la esencia inalterable e invariable, el corpus básico de común coincidencia establecido en Anderson y en los Landmarks, sino se interroga sobre cómo la Masonería Argentina debe afrontar los retos de hoy en una crisis de carácter universal que nadie podría negar.
Una crisis que por otra parte no es potestad exclusiva de nuestra época o de nuestra generación por cuanto la fisonomía de la humanidad es heredera en si misma de las sucesivas crisis que la convulsionaron con características peculiares de cada momento.
Esa crisis de valores, de moral y de ética, produce el oscurecimiento y perdida de nitidez de las ideologías, el ocaso de los intelectuales, las crisis energéticas asociadas a las catástrofes ecológicas, las frustraciones científicas frente a agresiones virológicas como el SIDA, las convulsiones económicas y sus efectos dominó sobre el desarrollo.
Nuestra sociedad nos demanda vivir y actuar para la historia, esto es ser protagonistas de obras sólidas, evitando una supervivencia fundada en un majestuoso aislamiento, al margen de un exterior complejo.
Una era, en que la utopía deje de ser sueño y en la que el hombre pueda ser dueño de su obra y señor de su tiempo.
Necesitamos en síntesis recuperar el poder político que manejaron nuestros predecesores, intervenir activamente en la política nacional e internacional, a fin que tengamos como mínimo el reconocimiento que tuvo el sr. Presidente de la República de Chile, quien señaló el 23 de Mayo de 2002 con motivo del 140 Aniversario de la Gran Logia de Chile :
“Y ahí estamos hoy, en el mismo debate de ayer, cómo queremos construir este país, cómo lo queremos hacer, cómo logramos el pleno respeto a los derechos de todos. Y yo diría que ese es el norte de las reformas que están en curso: la reforma que se ha hecho a la justicia y que está en plena ejecución; los esfuerzos que hacemos en el ámbito educativo; lo que ahora queremos iniciar en el ámbito de la salud; las nuevas políticas destinadas a erradicar la extrema pobreza. Porque de eso se trata, ¿cómo podemos decir que Chile está libre de la miseria? Nada afecta más a la dignidad de las personas que vivir en condición de extrema pobreza. ¿Qué derechos pueden ejercer quienes no tienen lo suficiente para comer, lo indispensable para sobrevivir?
Cuando hablamos de libertad, de autonomía, de participación, de la libertad de conciencia individual, hablamos de personas que ya han superado el umbral mínimo en donde la única preocupación es la sobrevivencia. A eso está llamado el Chile de hoy.
Es allí donde la masonería ha estado profundamente imbricada en la construcción de este país. Hoy vivimos un proceso que también vivió en el pasado la humanidad, ... Ahora nos preguntamos: ¿dónde establecemos los límites de nuestra soberanía en un mundo global? ¿Y entre quiénes hacemos el debate? ¿Sólo al interior de nuestras sociedades? ¿Cuál es la autonomía que tiene nuestro Banco Central para fijar tasas de interés, si la mayor parte de nuestras grandes empresas están más preocupadas de la tasa de interés que se fija en Nueva York? Y pongo el ejemplo de la tasa de interés para plantear la autonomía de algo tan concreto como aquello.
¿Pero también hablamos de un tribunal penal internacional? ¿Tiene derecho un ser humano a levantarse y gritar cuando el derecho humano de otro ser humano está siendo violentado? Nos parece que sí. Y si eso es así, ¿qué ocurre, entonces, con la soberanía de cada país? Esos son los grandes debates que, por cierto, tomarán decenas de años, pero en los cuales la institución a la cual ustedes pertenecen ha participado por siempre.
Y la tolerancia siempre ha estado en el centro de la forma de abordar el debate, porque eso sí hemos aprendido, que todos queremos por igual a la Patria, que todos queremos por igual el progreso y la tolerancia es la esencia de aquello.
En definitiva, una sociedad que está enraizada en lo que ustedes han simbolizado en estos 140 años. Ustedes saben de debates, ustedes saben de tolerancias, ustedes saben de cómo se abren paso para abrir nuevas ideas” para rematar su bello discurso extensivo a todos los HH Masones del orge señalando “En el Chile de 1862 era muy difícil abrir espacio a esta institución, en el Chile de hoy esta institución está firmemente asentada. No me cabe duda que las reformas que hoy planteamos, que son objeto de tanto debate, serán historia firmemente asentada en unos años más. Muchas gracias y mucho éxito por la contribución que ustedes han hecho a Chile”.
Setiembre 2004



(1) Vid. ESTATUTO de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, art.1ª “La unión de los masones residentes en el territorio argentino constituída con arreglo a los principios e ideales universalmente reconocidos y problamados por la Francmasonería para la práctica de su doctrina en los tres grados del simbolismo, forma la “Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones” que se organiza como asociación civil de acuerdo a las prescripciones del presente estatuto ....” y como asociación civil fueron reconocidos sus estatutos modificados por el Poder Ejecutivo Nacional , conforme Decreto 2670 / 55
(6) Nicolás Maquiavelo dice en un pasaje de los Discorsi: "Tal es el círculo en que giran todos los Estados; pero raramente regresan a las mismas formas de gobierno, porque casi ningún Estado tiene tanta vida que pueda pasar muchas veces por esas mutaciones y mantenerse en pie. Y lo que es más, a menudo acontece que un Estado, decayendo progresivamente (por la fatiga) en fuerza y sabiduría, acaba por ser súbdito de un Estado vecino y mejor ordenado". Y seguidamente resume diciendo que el gobierno de Uno (monarquía) degenera en tiranía; el gobierno de pocos (aristocracia) degenera en oligarquía y el gobierno de la mayoría o todos (democracia) degenera en oclocracia o cacocracia. Son seis formas de gobierno: tres sanas y tres degeneradas. Así se reiteran, se suceden, en un eterno proceso circular. "Questo è il cerchio" (este es el ciclo o círculo)
(2) Vid. ESTATUTO de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones: artículo 76: “Ningún afiliado a la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones cualquiera sea su cargo, rango o jerarquía, está autorizado para asumir el nombre o representación de la Institución en asunto que sea extraño a la estricta actividad masónica. Lo hecho en contravención adolecería de nulidad insalvable. Toda publicación o acto que exceda de los límites de lo puramente interna deberá ser objeto de previa autorización por el Gran Maestre” y el artículo 77 “La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, así como las Logias y Triángulos de su dependencia, no pueden formar parte o adherirse a partidos o agrupaciones políticas o religiosas ni votar fondos para subsidiarlas, directa o indirectamente”
(3) insertar JHO

(4) y (5) Cfr. CONSTITUCIÓN. Artículo 3º: “Para ser masón es condición indispensable haber sido iniciado en una logia que practique uno de los ritos reconocidos por la Francmasonería Universal”

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